Cuando queremos olvidar a alguien y no somos capaces nos damos cuenta de la poca capacidad que tenemos para gobernar sobre nosotros, de lo ingenuos que somos. Hasta que otra persona reemplaza a la que está en tus pensamientos. A partir de ese momento crees que todo va a cambiar, que lo q te ocurrió no volverá a pasar, pero...
No estabas equivocad@.
O...¿tal vez si?
No hay comentarios:
Publicar un comentario